Grace, Marina o Clara son solo algunos de los nombres de las alumnas que han pasado por Aula Magna Business School y que se han prestado a que su imagen se utilice para ser la nueva imagen de los catálogos de la escuela de negocios.
La empresa ha dado así un paso más en su enfoque ‘customer centric’ y ha colocado a sus propias alumnas en el centro de la comunicación de la marca para que sean ellas mismas, alumnas satisfechas con la formación que han recibido, las que animen a otras mujeres a inscribirse en uno de los programas.
“Podíamos haber usado imágenes de cualquier banco de imágenes, pero habiendo creado un vínculo tan fuerte con todas nuestras participantes, hemos considerado que son ellas mismas quienes deben poner la cara a los cursos de Aula Magna”, explica la CEO de la escuela de negocios, Clara Lapiedra.
Un total de siete mujeres serán las encargadas de poner cara a los programas que ofrece Aula Magna, con una imagen que apuesta por la mujer real y anima, en palabras de Lapiedra, “a dejar atrás todas esas excusas que nos alejan de nuestros objetivos”, ya que “si ellas han podido, tú también puedes lograrlo”.
Grace es el nombre que hay detrás de una de las nuevas imágenes de Aula Magna. Es directora comercial y afirma que su paso por la escuela le ha servido para compartir su “visión con otras directivas que hablamos el mismo lenguaje, que tenemos las mismas dificultades porque somos todas mujeres dentro de una empresa”.
Afirma que su paso por Aula Magna ha marcado “un antes y un después” y se graduó “mucho más preparada para el liderazgo, segura y reforzada”.
A pesar de que los cursos son totalmente online, Grace confiesa que ha quedado físicamente con muchas de sus compañeras y que ha creado una comunidad que luego le ha servido en su desarrollo profesional: “Como directiva fue la leche”.
Y es eso precisamente lo que destaca Marina, una emprendedora de un proyecto de moda ética que también pasó por Aula Magna, “la comunidad de mujeres de sectores, intereses y especialidades tan potentes que se crea”.
Marina llegó a España después de una etapa trabajando en Estados Unidos y afirma que Aula Magna le dio “mucha seguridad” a la hora de crear su propio negocio porque “el programa es muy completo y actualizado y te da la visión de lo que es una empresa hoy en día”.
Clara es otra alumni satisfecha que se ha animado a prestar su imagen a Aula Magna. Ella es CEO de una empresa textil y admite que gracias a su paso por la escuela ha aclarado qué tipo de profesional quiere ser y se ha puesto “unos objetivos muy concretos para trabajar de forma más enfocada”.
Este es solo un pequeño resumen de tres de las muchas historias de mujeres que han pasado por las aulas virtuales de Aula Magna Business School y que han finalizado sus estudios tan satisfechas que han decidido asociar su imagen a la de la escuela, animando a otras a que hagan el mismo recorrido que ellas para conseguir aquel logro profesional que propongan.
