Energías renovables y perspectiva de género: impulsando la equidad en la transición energética

Energías renovables y perspectiva de género
Energías renovables y perspectiva de género

Las energías renovables tienen el potencial de transformar la forma en que generamos y consumimos energía, pero para que esta transformación sea completa, es crucial incluir a todas las voces y perspectivas en el proceso. Las mujeres, a menudo marginadas en la toma de decisiones energéticas, deben tener un lugar en la planificación y desarrollo de proyectos renovables.

Históricamente, la industria energética ha sido dominada por hombres, lo que ha creado barreras para que las mujeres ingresen y avancen en este campo. Al fomentar la formación y el acceso a oportunidades en energías renovables desde una edad temprana, se puede romper con estos estereotipos de género y crear una industria más inclusiva.

Las empresas y organizaciones tienen la responsabilidad de garantizar que las mujeres tengan igualdad de oportunidades en todos los niveles de la cadena de valor. En este sentido, ¿has oído hablar del Programa de Sostenibilidad y Nuevos Modelos de Economía (SNE) de Aula Magna Business School?

Las energías renovables no solo ofrecen una alternativa limpia, sino también la posibilidad de empoderar a comunidades desfavorecidas, muchas de las cuales están encabezadas por mujeres. Los proyectos energéticos locales pueden generar empleo, aumentar la resiliencia y mejorar la calidad de vida. Al involucrar a las mujeres en la planificación y gestión de estos proyectos, se puede garantizar que los beneficios sean compartidos de manera equitativa.

El sector renovable en cifras

Las energías renovables ofrecen un abanico de oportunidades sin precedentes. Debido a su dimensión multidisciplinar, el campo de las energías renovables tiene para la mujer un atractivo del que carece la industria de los combustibles fósiles.

Según publica IRENA, las mujeres representan el 32% de las personas empleadas a tiempo completo; un porcentaje considerablemente mayor que el 22% de media en la industria del petróleo y el gas a escala mundial. Aun así, la participación de mujeres en las renovables es mucho menor en los puestos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) que en los puestos de administración.

A pesar del atractivo del sector, las mujeres encuentran constantes obstáculos para acceder al mercado laboral, permanecer en éste y progresar. Es esencial eliminar estos obstáculos para hacer frente a la creciente demanda de competencias en una industria en expansión.

Obstáculos para el acceso

Las percepciones de los roles de género se consideran el obstáculo más importante para acceder a este sector. Dichas percepciones vienen determinadas por normas culturales y sociales que influyen en muchas de las decisiones fundamentales que se toman. Las competencias STEM son esenciales para muchas de las profesiones requeridas en las energías renovables, pero los prejuicios relativos a las capacidades de las mujeres hacen que su presencia en estos campos siga siendo limitada.

Los prejuicios sobre los roles de género también reducen el acceso de las mujeres a información sobre profesiones y a las redes pertinentes. También determinan las prácticas de contratación, así como el grado de acceso de la mujer a formas de incorporación al mercado laboral como pasantías y programas de aprendizaje.

La formación, la solución

A la hora de buscar soluciones para mejorar la participación de la mujer en el sector de las renovables, en lo que respecta al acceso a la energía, el informe de IRENA destaca la importancia de acceder a programas de formación y desarrollo de competencias. Más de la mitad de las personas encuestadas consideran que un elemento importante para mejorar la participación de la mujer es mejorar el acceso a la financiación y la integración de la perspectiva de género en los programas de acceso a la energía.

Ofrecer a la mujer la posibilidad de expresar sus opiniones en un plano de igualdad ampliaría las perspectivas en las decisiones relacionadas con la energía, desde las prioridades de inversión hasta el diseño del proyecto, y aseguraría un reparto más justo de los beneficios socioeconómicos generados por la transición energética. En resumen, incorporar a la mujer de manera más plena en el sector de las energías renovables es esencial para crear un sistema energético inclusivo y sostenible.

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