Susanna Carmona Llevadot es la directora general de La Mútua dels Enginyers desde enero de 2017. Licenciada en Física Electrónica, Electricidad e Industrial por la Universidad de Barcelona dispone de un máster en dirección de entidades financieras y aseguradoras y otro en tributación y asesoría fiscal. Además de un Programa de Dirección General por el IESE Business School. Aula Magna Bussiness School cuenta con ella para esta entrevista tras saber que la Mútua dels Enginyers becará dos plazas para la tercera edición del Programa Directivo de Desarrollo (PDD).
Hola, Susanna. ¿Qué supone, a nivel de talento femenino, llevar cuatro años a cargo de una institución como es La Mútua dels Enginyers?
Antes de empezar quiero agradeceros que contéis con nosotros y deis visibilidad con estas acciones a los gaps todavía existentes de roles femeninos de liderazgo.
Como es conocido, el sector de la ingeniería, la industria y la tecnología está muy masculinizado y nuestra Mutualidad, en su Junta Directiva, mantiene reflejada esa desproporción de género. Este hecho implica que he de trabajar y organizarme bajo una dirección mayoritariamente masculina que me aporta puntos de vista complementarios a los míos y pienso que enriquece la relación y mejora la toma de decisiones. Realmente, en algunos aspectos puede haber diferencias en cómo afrontar situaciones o ejecutar funciones que habiendo escuchado durante estos años terminas por adaptar como propias con satisfacción y convencimiento. Sin duda, esta diversidad te aporta valor y enriquece; por lo que pienso que el ‘talento’ se vuelve más resiliente y adaptativo. Además, me enorgullece trabajar para una entidad sin ánimo de lucro donde el foco se centra en proteger a las personas y aportar nuestro granito de arena a la sociedad.
Bajo tu experiencia, ¿cuál dirías que es el principal problema que tienen las mujeres para progresar en su carrera profesional y qué solución propones tú?
Pienso que el primer obstáculo somos nosotras mismas, no siempre se está dispuesto a sacrificar esfuerzo por más responsabilidad. Por otra parte, también puede haber un poco de falta de autoestima o de falsa creencia de no tener las capacidades, cosa que no suele ocurrir con el sexo masculino. Seguramente, en los casos en los que se desarrollen carreras vocacionales y el trabajo sea un complemento de desarrollo personal, sí nos arriesgamos. Es decir, creo que nos interesa más el proyecto que el poder.
En el marco concreto de las mujeres ingenieras, La Mútua dels Enginyers becará dos plazas para el programa PDD de Aula Magna Business School. ¿Qué se espera conseguir con esta iniciativa?
Desde La Mútua dels Enginyers estamos convencidos que la formación es la mejor herramienta para desarrollarse personal y profesionalmente. Por este motivo tuvimos claro que un programa de desarrollo directivo como el de Aula Magna, de mujeres para mujeres, cumplía con los requisitos para ayudar a nuestras mutualistas y empresas mutualistas a proyectar carreras de ingenieras a cargos directivos. Esa formación te dota de confianza y conocimientos. Ver a otras mujeres referentes o compañeras como tú haciendo de la profesión y el trabajo un propósito de vida, disfrutarlo creando o transformando un proyecto, ¡tiene que motivar sí o sí!.
¿Es cierto que cada vez hay menos matriculaciones de mujeres en carreras del ámbito STEM? ¿Por qué? ¿Es este un problema de género o existen otros factores a tener en cuenta?
Desafortunadamente es así, en especial en carreras tecnológicas y del ámbito de la ingeniería, donde la participación femenina no sube del 25% y algunos años apenas llega al 20%. La palabra tecnología o ingeniería desmotiva a las jóvenes. Nos han ubicado siempre dentro de las carreras y profesiones más sociales, por tradición e historia y preocupación social de la mujer. Ese rol histórico que hemos ido desempeñado, sumado a que nos faltan referentes a los que seguir (y las pocas que ha habido apenas han trascendido), puede que sean los factores más significativos de la desincentivación. Por otro lado, nuestras capacidades están ahí, en cuanto al desarrollo académico no hay ninguna duda de que las mujeres tenemos igual o mayor rendimiento en cualquier disciplina que estudiemos.
¿Qué crees que puede aportar al mundo una escuela de negocios como es Aula Magna, la cual ofrece cursos de formación ejecutiva para mujeres profesionalmente activas y empresas que apuestan por la diversidad?
Al final es una posible solución para encontrar mujeres como nosotras y que sean nuestras referentes. No hace falta descubrir la radiación o la vacuna del COVID-19, hay metas más asumibles y también importantes. Proyectos como Aula Magna permiten ver que liderar proyectos y hacer tecnología puede y debe ser tan femenino como masculino.
Empoderarnos con ideas, conocimiento, relaciones y hacer, hacer a nuestra manera, sin imitar ningún rol. En una escuela como Aula Magna potenciarán tu esencia y podrás ver ejemplos de liderazgo y gestión tan válidos y exitosos como otros más tradicionales, pero desde el punto de vista y la manera de hacer de esas mujeres empoderadas.
Aprovecho para felicitaros por vuestra iniciativa y os deseo muchos éxitos. ¡Ojalá pronto tengamos más mujeres liderando nuestras empresas y proyectos!