La Dra. Mallafré es ginecóloga, Máster en Reproducción Asistida por la Universidad Complutense de Madrid. Trabaja en el área de ginecología de la Clínica Sagrada Família y, a su vez, como médico especialista en reproducción asistida en el Institut Marquès. Hablamos con ella para conocer la importancia de la formación constante en un ámbito en constante progreso como es el de la salud. «Ser médico no te exime de formarte en administración o dirección de empresas, así como en innovación o digitalización», reflexiona Mallafré antes de dar paso a la primera pregunta.
Mallafré es alumni de Aula Magna Business School, la primera escuela de negocios pensada por y para la mujer ejecutiva. Ella formó parte de la primera edición del Programa de Desarrollo Directivo (PDD), más conocido como el «programa estrella», durante los primeros meses de 2020, es decir, en plena era pandémica.
¿Por qué decidiste confiar en Aula Magna Business School?
Siempre he sido una mujer emprendedora. Estábamos en cuarentena, momento perfecto para sacar tiempo para mí misma y crecer profesionalmente. Existen muchas escuelas de negocio; pero esta es de las únicas que se enfoca, de verdad, en las mujeres y te ofrece una materialización de aquello que vas aprendiendo.
«Ser médico no te exime de formarte en administración o dirección de empresas; así como en innovación o digitalización.»
Entiendo que lo aprendido durante la formación luego tiene aplicabilidad en tu día a día…
En mi caso, teniendo en cuenta que tengo mi propio consultorio, el PDE me ha ayudado a valorar la importancia de la visibilidad, entender la gestión del personal y la importancia de Recursos Humanos. Incluso a detectar oportunidades de inversión y colaboración que, en otro momento, hubiese pasado por alto.
En definitiva, Aula Magna Business School ha sido una fuente de inspiración clave en la construcción de mi propio plan de acción: ¿qué quiero, profesionalmente?, ¿hasta dónde quiero llegar?, ¿por dónde tengo que ir?
¿Es un curso abierto a cualquier mujer?
El único requisito es el querer, la motivación, en todos los sentidos. Este curso está pensado para cualquier mujer que quiere aprender, innovar, emprender, etc. Estar rodeada de directivas, ejecutivas y mentoras es un trampolín inaplazable. Sin olvidar la importancia del networking, tan necesario en cualquier ámbito de la vida…
«Estar rodeada de directivas, ejecutivas y mentoras es un trampolín inaplazable.»
No debe ser fácil compaginar el trabajo con estos cursos formativos, sin dejar de lado tu vida personal…
Justo cuando salió la primera edición del PDE yo tenía un trabajo con un horario de lunes a jueves, y la masterclass del PDE era los viernes. ¡Lo tuve de maravilla! Pero vaya, ninguna compañera tuvo problemas en este sentido. Piensa que muchas están subvencionadas por las empresas por lo que, desde sus puestos laborales, les van a facilitar al máximo el compaginar ambos proyectos.
Nosotras, como mujeres, queremos buscar nuestra mejora profesional en una escuela que nos tenga en cuenta. Y las empresas, al final, también son grandes interesadas en ver evolucionar a quienes forman parte de su plantilla.
Hablamos de un curso de 20 semanas…
Exacto, si es que al final tampoco es tanto tiempo. La brevedad es esencial, más teniendo en cuenta el ajetreo de vida que llevamos y cada minuto de cada mujer es muy valioso. Este es un curso que suple esas carencias que faltan en el mundo de la salud.
¿Existe un desconocimiento generalizado en torno a la biología femenina?
Rotundamente, sí. Te lo ejemplifico con un dato que, a mi parecer, resulta bastante impactante: En Cataluña, el 82% de las personas que se hacen una fecundación in vitro tienen más de 35 años y el 50% más de 40. Hay una falta de educación en salud sexual y fertilidad dramática.
¿Y esto por qué es impactante?
Porque tener el primer hijo después de los 40 años es bastante complicado. La tasa de éxito de una FIV con ovocitos propios a ciertas edades es mínima. Pero la gente no lo sabe porque la educación sexual, en este ámbito y a todas las edades, es muy escasa. La fisiología del ovario no espera a nadie. Una opción muy válida es pensar en vitrificar los óvulos lo antes posible, no a partir de los 35.
Para acabar, una mujer de tu sector a la cual admires…
Admiro a Marie Carbonnel, quien ha participado en el primer trasplante de útero en el hospital Foch de Suresnes, en Hauts-de-Seine (Francia).